La alimentación es básica para la vida, es un pilar de supervivencia, pero para el ser humano ha trascendido todavía más y es mucho más que eso.
El hecho de alimentarse ha tomado un rol significativo entre la humanidad y es algo que nos gusta compartir, por eso los actos sociales más importantes de nuestra vida (como las bodas o los cumpleaños) los celebramos comiendo.
Hay comidas que tienen cierto estatus, como el caviar, la carne de caza o los considerados manjares en diferentes culturas del mundo (como la sangre de serpiente o las larvas para algunas tribus).
E incluso nos hemos encargado de elaborar comida sin ningún valor nutricional, pero con intención de crear adicción en las personas, consiguiendo que se venden por toneladas cada día.
La comida es algo tan visceral que es fácil relacionarla directamente con el placer, pero también con la ansiedad, el aburrimiento o la tristeza, y por eso es fácil que exista un gran número de personas con una mala relación con ella.
Cuando alguien tiene interés en mejorar sus hábitos alimenticios o su peso, suele encontrarse con estos dos términos: nutrición y dieta.
Y dependiendo del grado de profundidad al que se quiera llegar en el cambio de hábitos y en los resultados de la báscula, se acude a uno de estos dos profesionales: nutricionista o dietista.
Porque no, no son lo mismo, aunque tengan muchas cosas en común.
Por eso en este post te voy a hablar sobre las principales diferencias entre ambos y, al final, te voy a presentar una alternativa aún más efectiva para dejar de cargar de culpa a la comida y quitarte la venda de los ojos.
Sé que puede sonar pretencioso, pero prometo no decepcionarte.
Vamos allá.
¿Qué hace un nutricionista?
Antes de saber qué hace, vamos a ver quién es: un nutricionista es un profesional de la salud que se especializa en la nutrición y la alimentación, pero cuyo enfoque principal se centra en el tratamiento de enfermedades y condiciones médicas específicas a través de la dieta.
Seguro que has oído hablar sobre consejos de nutrición específicos para, por ejemplo, diabéticos, celíacos, personas con problemas cardíacos, intolerantes o alérgicos a cierto tipo de alimentos… etc.
Y estas son sus principales funciones:
- La terapia nutricional: ya que desarrollan planes de alimentación adaptados a las necesidades individuales de cada paciente, teniendo en cuenta las restricciones dietéticas y los objetivos a alcanzar.
- El seguimiento y control: ya que trabajan en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud para monitorear y ajustar la dieta a los pacientes a medida que evolucionan sus condiciones médicas. Suelen realizar un seguimiento periódico para garantizar que los pacientes estén alcanzando sus objetivos de salud y realizan cambios en la dieta según sea necesario.
- El asesoramiento nutricional especializado: ya que brindan asesoramiento especializado a pacientes con necesidades dietéticas específicas, como personas que han sido sometidas a cirugía bariátrica, mujeres embarazadas o personas mayores. O sea, que adaptan las recomendaciones dietéticas para satisfacer las necesidades únicas de cada uno de sus pacientes.
SPOILER ALERT: todo esto está muy bien cuando se trata de personas con necesidades especiales debido a un estado de salud delicado, que necesitan ajustes y seguimiento sobre su alimentación, pero… ¿Y si hablamos de ansiedad por la comida? ¿Qué pautas nutricionales serían las adecuadas? He ahí la cuestión…
¿Qué hace un dietista?
Primero te cuento qué es: un dietista es un profesional de la salud especializado en nutrición.
En lo que se refiere a su formación académica, cuentan con conocimientos profundos sobre los alimentos, la fisiología del cuerpo humano, las necesidades nutricionales y la relación entre la dieta y la salud.
Así que, sus principales funciones son:
- La evaluación nutricional: ya que son expertos en evaluar las necesidades nutricionales individuales de las personas, ya sea para mejorar su salud, mantener un peso saludable o abordar condiciones médicas específicas. También utilizan herramientas y técnicas especializadas para evaluar la ingesta de alimentos, el estado de salud, los antecedentes médicos y el estilo de vida de sus pacientes.
- La planificación de dietas: ya que trabajan en estrecha colaboración con los pacientes para desarrollar planes de alimentación personalizados que se ajusten a sus objetivos y necesidades. Son dietas donde existen recomendaciones específicas sobre la cantidad de calorías, macronutrientes, vitaminas y minerales necesarios para una dieta equilibrada.
- La educación nutricional: ya que uno de los roles clave de un dietista es educar a los individuos y a la comunidad sobre la importancia de una alimentación adecuada. De hecho, es frecuente que ofrezcan talleres, charlas y materiales educativos para promover la comprensión de los principios de la nutrición y cómo aplicarlos a la vida diaria. Las redes sociales están petadas de perfiles de este tipo.
SPOILER ALERT X2: pero esto no es suficiente cuando el problema real no se encuentra en la comida o en el estilo de vida. Pero de eso hablaremos un poco más adelante, ahora vamos con las diferencias.
¿Cuáles son sus principales diferencias?
Aunque ambas profesiones tienen conocimientos sobre nutrición, sus roles y enfoques son ligeramente diferentes:
- Los nutricionistas trabajan principalmente en el tratamiento y manejo de enfermedades y condiciones médicas específicas.
- Los dietistas se centran en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades o condiciones como el sobrepeso a través de una alimentación adecuada.
Otra diferencia, que no siempre se cumple, es que los nutricionistas necesitan sí o sí haber cursado una carrera universitaria para obtener el título, mientras que los dietistas pueden ejercer tras estudiar una FP.
Así que, resumiendo:
Las personas que acuden a un dietista son, por norma general, personas con un buen estado de salud o que no padecen enfermedades que requieran modificar sus pautas alimentarias.
El perfil más común es alguien que busca adelgazar.
Y las personas que acuden a un nutricionista tienden a ser personas con patologías o estados alterados a tener en cuenta.
Por ejemplo, personas con problemas cardíacos, embarazos, diabetes, problemas psiquiátricos o consumo crónico de fármacos que pueden provocar alteraciones si se combinan con ciertos alimentos.
Estos últimos forman parte del sistema nacional de salud, al menos en España.
¿Y cuál es la alternativa a estos dos profesionales para ayudarte a perder peso sin tener que renunciar a la comida?
Te llevo haciendo hype desde el principio con ella y me alegra que hayas llegado hasta aquí para descubrirla.
Te agradezco tu paciencia, pero primero era necesario contarte en qué consisten las profesiones de nutricionista y dietista para ponerte en contexto y que sepas ver, ahora sí que sí, la diferencia que existe entre esta tercera figura y las dos anteriores.
Voy a hablarte de la psicología especializada en nutrición emocional.
“¿Y eso qué es lo que es?”, dirás tú.
Pues una manera de tratar la relación con la comida teniendo en cuenta las emociones y las respuestas automáticas que hemos generado durante años de “desconocimiento”.
Cuando digo desconocimiento, me refiero a todo ese tiempo en el que una persona vive desconectada de sí misma y de sus necesidades más profundas, sin saber poner límites y sin herramientas para enfrentarse a momentos importantes de su vida, recurriendo a la comida como consuelo.
Por eso, para balancear y quitarle peso al desconocimiento (nunca mejor dicho) es importante autoconocerse, o sea, hacerse casito a una misma.
Mirarse pa’ dentro y redescubrirse, valorarse, aceptarse y quererse mucho.
Y para eso es necesario una buena terapia psicológica y no una (otra) dieta.
Además, cuando en principio no hay enfermedades que necesiten de un plan de nutrición específico, la solución tampoco se encuentra en la consulta de un nutricionista.
Porque tanto si sufres de sobrepeso como de todo lo contrario, tu problema está en el rol que le has dado a la comida en tu vida, despojándote del placer de disfrutar de ella sin culpa ni estrés.
Así que…
- Si sufres de ansiedad por la comida.
- Estás hasta el toto de que ninguna dieta te funcione.
- Y cuando te miras al espejo no te reconoces.
Es momento de descargar este ebook donde te cuento “Una historia triste… con un final apañao + 7 consejos de contrapeso” y empezar a vislumbrar la luz al final del túnel.
Ahí dentro te cuento mi propia experiencia y cómo encontré la solución a mis kilos de más sin tener que pesar la comida ni seguir un plan estricto de dietas de todo tipo.
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Y si tienes sugerencias, dudas o alguna aportación interesante a este tema, te leo en comentarios.
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